Debido a sus estrafalarios peinados y su andar afeminado, los "emos"
muchas veces son comparados con los "metrosexuales".
Un "emo", contó:
"Todos los sábados hay peleas entre las distintas tribus. A nosotros
siempre nos buscan para pegarnos por nuestro aspecto, un poco
afeminado".
En general, los "emos" son muy delgados y se dejan el pelo largo, para
ocultar sus rostros. "Usamos los cabellos en el ojo para mostrar que una
parte de la sociedad nos da vergüenza. No queremos que esa parte de la
sociedad, que no nos gusta, nos vea", afirmó uno.
Los "emos" se definen como personas sensibles. El mundo que los rodea no
los comprende y, quizá por eso, tienden a victimizarse. Frases como "la
gente nos discrimina" o "¿Por qué me dejaste?" son frecuentes entre los
"emos".
Un psicólogo explicó a LA NACION: "Expresar un estado del
alma, y hacerlo de manera compartida es mejor que corroerse en soledad y
estallar en patologías graves. A la vez, lo que se expresa, como en el
caso de los grupos de jovencitos que juegan con rituales extraños a los
ojos de lo normal, puede ser muy triste y dar cuenta de una imagen de
una gran desolación, rabia o un gran miedo".
En este sentido, alertó: "Los padres tienen que ser capaces de
ofrecerles a sus hijos un lugar en el mundo con algo más de luz que el
que estos muchachos sienten tener para ellos".
Los "emos" escuchan grupos musicales como My Chemical Romance, Panic! at
the Disco y 30 Seconds to Mars, que centran sus canciones en
sentimientos como el amor, el odio y la desilusión. Estos grupos son
fuertemente impulsados por MTV.
En un principio, el emo-core fue un subgénero musical que nació
en los 80 en Washington DC, como un desprendimiento del punk. Los
grupos pioneros fueron Rites of Spring, Embrace y Gray Matter, entre
otros. Sin embargo, los grupos que hoy se conocen como "emos" tienen
poco que ver con aquellos ignotos pioneros.
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